La vida no es una pelicula
Quienes me conocen saben que una de mis pasiones principales es el cine, la experiencia de ser espectador de otras vidas y otros mundos me ha ensimismado desde pequeño. desde la butaca o el sillón solo o acompañado he conocido innumerables relatos de todo tipo, algunos han inspirado actitudes y sueños, muchos otros han servido solo para pasar un momento, algunas cintas han coincidido con momentos especiales de mi vida y muchas veces han permeado mi existencia y mis acciones, debo ser sincero y decir que he utilizado algunos diálogos cinematográficos para salir de algún problema real.
Pero una queja que debo externar, resultado de mi propia naturaleza -tendiente a fugarse de la realidad- y del habito nacido del cine, es que normalmente espero k las cosas se sucedan como sucederían en la pantalla grande.
Debo explicarme mejor asi k lo hare: en los momentos emocionantes hecho de menos los efectos sonoros que acompañan una situacion de riesgo, al manejar con exceso de velocidad recuerdo canciones muy ad hoc que nunca se escuchan en la radio y mucho menos se tienen a la mano para tal ocasion, cuando uno se enamora no se percibe la vida en close up, y cuando uno sufre el desamor las canciones adecuadas brillan por su ausencia, la única similitud que a veces sucede es k cuando todo sale mal, seguro llueve y nos agarra desprevenidos, pero ni siquiera el clima es complice seguro, creanme k muchos de mis dias malos no han sido nublados y grises, mas bien harto soleados y con la alegría efervescente rodeandome.
Cuando uno espera el rescate o la aparición oportuna de alguien, esto nunca ocurre, cuando uno cree k como en las películas todo se revolverá antes del final, eso resulta una falacia. Estoy convencido que son mas ficticias las comedias románticas donde el amor siempre triunfa que las películas de ciencia ficción y fantasía donde conocemos extraterrestres y monstruos.
Debo admitir que no soy tan ingenuo para vivir la vida creyendo eso como una generalidad, pero estaba seguro que al menos a veces, sucedia, que los desenlaces felices existen y ocurren cotidianamente, si no a mi o a mis conocidos, al menos por estadística deben de ocurrirle a alguien, pero de un tiempo para aca me declaro esceptico de tal situacion y reniego de esa mentalidad fantastica e ingenua, los finales felices no existen, de hecho solo hay finales, que se convierten asi mismo en nuevos comienzos de otro momento y lugar, que van cambiando de protagonistas y de historias mismas y donde los nuevos acontecimientos generalmente no tienen nada que ver con la vida previa.
A partir de ahora creo k tratare de disfrutar el cine de otra manera, separando concientemente su magia de la existencia real y tan cambiante como la vida misma.
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