Graymalkin

Monday, January 31, 2005

Ríos del fin del mundo

Los ríos de color púrpura 2, nos muestra una faceta más de la evolución del cine francés contemporáneo, la similitud con Hollywood de realizar secuelas –muchas veces funestas, como su definición lo denota– de películas que han tenido éxito en taquilla (he aquí la razón de todo esto). En los últimos años, las películas francesas se han apartado del genero artístico que las ha caracterizado y se ha volcado a la realización de películas de acción, suspenso, ficción, entre otros géneros, que han conquistado taquillas no sólo en la Comunidad Europea, sino en Norteamérica y los países asiáticos. Muestra de estos trabajos son: Taxi, Pacto de lobos y la primera parte de Los ríos de color púrpura, por citar unos cuantos.

Esta segunda parte, como muchas otras, no cuenta con el reparto original, ya que Vincent Casell, uno de los protagonistas anteriores, no aparece en esta nueva entrega –supongo que tenía cosas más importantes que hacer junto con su pareja, la bellísima Mónica Belluci y su hijo recién nacido–. Contamos sin embargo, con la presencia de Jean Reno, quien realiza nuevamente el papel del inspector/comisionado malencarado y fregón que las puede todas. La trama abarca una serie de crímenes crudos y violentos, con sangre al por mayor –de ahí los ríos y su mentado color– que parecen tener un trasfondo sobrenatural con implicaciones religiosas y por supuesto la llegada del Apocalipsis –sí, otra vez–. La trama es un tanto confusa a momentos, y algunas secuencias de acción dan más la idea de exhibición gimnástica –los monjes del apocalipsis son, al parecer, fugados del circo chino de Pekín– que de confrontación; estoy seguro que la escena de persecución entre el otro policía y el monje, debió ser filmada en varios segmentos, ya que la combinación frenética de correr, brincar y bajar obstáculos al menos durante 10 minutos, supera aún las pruebas de obstáculos o el pentatlón de los juegos olímpicos –yo quedé fatigado nada más de ver dicha secuencia. El hecho de usar nuevamente la teoría de la conspiración como eje central demerita la originalidad del guión. El manejo que se hace de los personajes dista mucho de ser profundo –supongo que por tratarse de la secuela, el director parte de la premisa de que ya conocemos a los personajes, y si bien eso se aplica al protagonista, las razones del comportamiento de los otros personajes quedan incompletas a favor de la inclusión de escenas de acción. Y claro está, no podía faltar el discurso de justificación y/o exposición de motivos –de no menos de cinco minutos, cuan debe ser– del villano en turno, el señor Christopher Lee. Pero aún y con todas estas debilidades la cinta es disfrutable y mejor que muchos churros de manufactura nacional o estadounidense –el churro francés ¿se disfrutará mejor con chocolate o papas a la francesa, o más bien acompañado de crepas?, profunda incógnita queda aquí.

Aprovechando el tema presentado en la película, podríamos reflexionar un poco sobre la magnitud del fin del mundo y sus posibles consecuencias, ya que, de tanto que se ha explotado el tema en el cine, la televisión y demás medios, corremos el riego de que lo sobrevaluemos y suceda de una vez por todas sin que nadie se de cuenta; o por el contrario, todas las propuestas anteriormente citadas se queden cortas y sea un evento que sobrepase nuestra pobre concepción de la última y trascendental tragedia humana. En todas la películas que tratan el tema, podemos ver a los héroes o heroínas que acuden prestos a dar la pelea y morir de ser preciso con tal de evitarlo; segura también tenemos la participación de sus contrapartes humanas o naturales que cumplen con su cometido de precipitar el fin de la raza humana, muchas veces con todo y planeta. El esfuerzo de los héroes, ¿no será del tanto fútil? digo, si se le llama El Apocalipsis y no “un”apocalipsis es por alguna razón de peso ¿no? Si se tiene que acabar, terminará sin importar lo que un individuo o la sociedad misma haga por impedirlo, por algo es el final. Si es un llamado a cuentas de la especie humana o tan sólo la mayor catástrofe en su historia, se verá a través de los ojos de los sobrevivientes, de haberlos. A momentos, al ver las noticias, queda la duda de si merece la pena salvar la humanidad; no creo que tenga que listar todos los motivos que hay para que la raza humana desaparezca de la tierra y la deje en paz, en equilibrio, en tranquilidad; pero también es cierto que basta mirar a un niño (a) de cualquier edad, color o religión para saber, sin lugar a dudas, que hay elementos de nuestra especie que merecen ser salvados. La otra interrogante que me surge es, si Dios pone a juicio a todos y sube la canasta poniéndose difícil a la hora de juzgar, ¿Quien podrá salvarse? ¿Habrá alguna religión que lo logre?, o como ya dijeron antes en otra película –La séptima profecía– ¿Qué pasaría si todos estamos equivocados? Menudo lió que se armaría si nadie tiene la razón respecto a las “calificaciones” necesarias para acceder al reino de los cielos. Y más irónico sería si el paraíso, tan largamente publicitado por todas las religiones habidas y por haber, se quedara vacío por falta de inquilinos.

Friday, January 28, 2005

Incompleto

Una de las desventajas de viajar en autobús (por mencionar sólo una entre muchas) es que el pasajero que “disfruta” una película queda a merced del tiempo en que se recorra el itinerario y sus constantes adecuaciones .El primer ejemplo que me gustaría mostrar es que al abordar el ADO (de paso) en Acayucan uno se encuentra con que la película en turno tiene una hora y media de haber comenzado, por lo que uno es testigo únicamente del final de la trama sin saber como se desarrollo la historia, lo cual resulta anticlimático y por demás frustrante, el segundo ejemplo es cuando el tiempo de recorrido no alcanza para ver la película completa, como frecuentemente me ocurre al viajar entre Xalapa y Veracruz, razón por la cual me he perdido de muchos finales, que si bien tengo que admitir la mayoría de las veces son películas que nunca tuve interés en ver en el cine o en video, una vez ya comenzadas uno se involucra con la historia y (al menos en mi particular caso) queda la curiosidad de saber cómo terminó el drama en cuestión: ¿Se murió Fulano? ¿Perengana vivió feliz? ¿Los niños dejaron de hacer burradas? ¿El malo sufrió antes de fallecer? La verdad es que los finales de película son por lo general predecibles, pero el hecho de ser espectador de la culminación, nos convierte en partícipes de una especie de catarsis colectiva que permite desbocar emociones, ideas, etc, que tenemos en el interior.

Lo peor del caso Xalapa-Veracruz (o Veracruz-Xalapa) es que el camión podría tardar menos en el recorrido (gracias al Libramiento recién inaugurado), pero se siguen tardando lo mismo, y se dilatan demasiado para hacerlo eficiente y muy poco para hacerlo placentero (al disfrutar de películas completas), lo cual resulta irónico, al menos a mi parecer.

Todo el comentario anterior tiene razón de ser, ya que hace un par de semanas, tuve la oportunidad de ver el comienzo de una película de la que sólo había visto el final: “Bajo el Sol de Toscana”, protagonizada por Diane Keaton, nos muestra a una escritora de edad madura, que tras sufrir una infidelidad y un divorcio pierde la razón de vivir y de seguir adelante.Al viajar en un tour por Italia, se le presenta la oportunidad de comprar una casa vieja y quedarse a vivir en un país, que si bien es precioso y pintoresco, le resulta extraño y confuso. Los personajes que viven en ese poblado son diversos e interesantes, y de una complejidad sorprendente. Su paulatino arraigo a una casa en reconstrucción y un país distinto al suyo, a una nueva familia y amigos con lazos que nunca habría conocido de seguir viviendo en New York, nos muestra el proceso de sanación de su alma y el establecimiento de un nuevo propósito en la vida. La analogía mostrada en la cinta, entre una nueva casa y una nueva forma de vida, es rica en reflexiones y nos muestra una perspectiva distinta desde la cual afrontar la vida. Se la recomiendo.

Monday, January 03, 2005

Poniéndome al corriente

Cualquiera que me conozca sabe que uno de los vicios personales que me provoca mayor placer es el cine. Y aunque por falta de presupuesto y tiempo estuve alejado de las salas de cine, estos días estoy tratando de ponerme al corriente, por lo que pude disfrutar de varias cintas en estos días.

La primera película que quiero comentar es Héroe del director Zhang Yimou, esta cinta que se caracteriza por su retraso de prácticamente dos años en llegar a carteleras mexicanas, es heredera directa de El tigre y el dragón. La trama se basa en un intento de asesinato y una historia contada entre mentiras y verdades que se van descubriendo en el transcurso de la cinta; el empleo de los colores, la escenografía y los efectos especiales hacen de esta cinta un deleite visual como pocos. Recomendada para todas las edades pero sólo para amantes del género acción-drama-artes marciales, escépticos abstenerse. Ideal para verse en el cine.

La segunda película es Los increíbles, la más reciente entrega de PIXAR, nos muestra la vida de un superhéroe retirado a la vida común y quien tiene la oportunidad de volver a las andadas. La historia de fondo nos muestra a una familia típica americana y sus constantes desavenencias hacia el interior. Los efectos especiales dan cuerpo a una excelente trama que pretextando el uso de poderes sobrehumanos, exalta el lado humano de los personajes cuando el padre de familia debe reconocer todo lo que tiene en su casa y valorar su familia para dejar de extrañar el mundo de aventuras que dejo atrás. Tambien es preferible verla en pantalla grande.

La tercera película es Capitan Sky and the World of Tomorrow, cuya particularidad estriba en haberse realizado sin escenarios y filmada completamente en blue screen, es protagonizada por Jude Law, Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie. Esta cinta considerada retrofuturista, escenifica un pasado paralelo donde un aviador héroe de guerra y una periodista empecinada en descubrir secretos deben salvar al mundo (¿podría ser de otra manera?) de una invasión de robots gigantes y un amenaza desconocida. Es curioso como el ambiente de esta cinta puede producir nostalgia/melancolía por una época y un genero cinematográfico que no viví, pero así fue.

La cuarta película es Diarios de una motocicleta, de producción brasileña y por la cual se rumora, el mentado Gael García recibirá una nominación al Oscar este año. Debo confesar que sólo la ví por estar de visita en casa de un amigo el día 25 de diciembre mientras hacíamos la sobremesa y que tenía demasiadas reservas hacia la misma pero finalmente me gusto mucho. Ambientada en los años mozos del Che Guevara, narra el viaje que este hizo en compañía de un amigo por gran parte de Sudamérica justo antes de terminar los estudios de medicina y en el cual conoce a fondo la realidad social de esa época. Esta obra basada en un libro escrito por el amigo del Che nos muestra, más que un prospecto de revolucionario, a un joven adulto que descubre las carencias e injusticias de las personas que lo rodean. Me queda la duda de si esta vivencia fue la única que lo llevo a tomar el camino de las armas o si únicamente fue un eslabón en la cadena de acontecimientos que precipitaron la vida y muerte del personaje por su ideal revolucionario. Debo admitir que los monólogos presuntamente tomados sus labios me impresionaron mucho por su profundidad me dejaron la intención de conocer más a fondo la vida del mismo.. De alguna manera esas frases y su estilo me remontaron al Subcomandante Marcos.

La quinta película es Eck contra Sever del director Kaos, y me la chute en el ADO en el viaje de regreso del DF el día 29 de diciembre. Esta cinta que había evitado (al parecer muy atinadamente) versa sobre la vida privada de dos agentes secretos y su enfrentamiento por cuestiones de trabajo. Como secuencia interminable de acción, podría ser muy buena, pero acaba por hartar tanto balazo cuando la premisa de la historia se antoja insulsa e increíble,el villano esta acartonado y de risa, aunque a decir verdad que se podría esperar de una historia donde los protagónicos son Antonio Banderas y Lucy Liu.

Por ultimo, La casa de las dagas voladoras considerada secuela de Héroe, nos lleva de nuevo a la época de consolidación del imperio chino, y a la recreación del imaginario del pueblo chino a través de sus leyendas y héroes de ficción. A diferencia de la anterior se centra más en la historia de amor de los personajes, eso si, con la ración debida de artes marciales y vestuarios, que se espera de una cinta de este genero. Nuevamente, me permito recomendarla. Deliciosa.